Por qué deberías utilizar un filtro para proteger tus objetivos

Por qué deberías utilizar un filtro para proteger tus objetivos

Mucho se ha hablado en los corrillos fotográficos y en internet sobre el uso de los filtros protectores o UV. Que si quitan calidad de imagen, que si son inservibles, que si son poco profesionales… Voy a comentar mis argumentos sobre el uso adecuado de dichos filtros basándonos en mi experiencia durante casi 20 años.

Primero indicar que un filtro UV o protector es un filtro que -teóricamente- no altera la imagen y deja pasar prácticamente la misma luz que sin el filtro. Vamos, que son transparentes. Cada vez se le llama más protector en lugar de UV puesto que las cámaras digitales ya no necesitan que cumplan la función de bloquear los rayos UV. Los protectores serían esos mismos filtros UV pero sin el tratamiento UV. Un parasol puede actuar con protector ante ciertos tipos de golpes, pero no protege de tantas agresiones directas como un filtro.

Igual que existen las gamas y calidades de objetivos, existen las gamas en los filtros que nos ofrecen marcas de reconocido prestigio, como B+W, Lee, Hoya, Kenko, Marumi, Haida o Nisi, por citar algunas marcas. La gama y calidad del filtro debe ir acorde a la calidad del objetivo, porque si no, obviamente, estaréis reduciendo la calidad óptica de vuestras fotografías de forma perceptible. Y este es el tema crucial.

¿Quitan calidad óptica los filtros protectores? Por supuesto. El poner un vidrio más a los que ya tiene el objetivo tiene que reducir la calidad óptica de algún modo. Pero -y ahí está la cuestión-, ¿es apreciable? En muchos casos la respuesta es muy clara: no hay pérdida de calidad aparente si el filtro es adecuado a la calidad del objetivo. Hay casos, como cuando tenemos fuentes de luz (el Sol, farolas o focos) que algunos filtros pueden producir flares, en cuyo caso quitamos el filtro porque si que hay una pérdida apreciable de calidad o prestaciones de nuestro objetivo. Pero son casos puntuales.

Cierto es que hay ocasiones en las que no es necesario utilizar el filtro protector, como cuando estamos realizando fotografías en un ambiente controlado, como pueda ser un estudio. Pero cuando estamos en el exterior, como en la calle, la playa, el campo o la montaña, hay muchas papeletas de que nuestras ópticas sufran las inclemencias ambientales -como el polvo, el agua, la condensación, el barro o el chocolate que lleva en las manos tu hijo/a pequeño/a- o accidentes, que por muy cuidadosos que seamos escapan a nuestro control. No son pocos los casos en que un filtro protector realiza su función y evita que un objetivo se ralle, se ensucie, o peor aún, se rompa. Y es solo cuestión de tiempo. Os pasará. Prefiero arriesgarme a poder perder esa ínfima calidad que muchas veces es imperceptible o irrelevante y poner más a salvo a mis preciadas lentes. Vosotros tenéis que valorar en vuestro caso si merece la pena. El filtro protector es una pequeña inversión que muchas veces pone a salvo a otra mucho más cara.

Filtro con tratamiento (izquierda) y sin tratamiento anti reflejos (derecha)

Si finalmente os decidís por usar un filtro protector, ¿tenemos que ponérselo a todos nuestros objetivos? Los objetivos económicos o de gama baja, como el típico 18-55 que viene cuando compramos la cámara, no lo necesitan. Si alguna vez se rallan o se rompen, es una estupenda ocasión para comprar otro objetivo con mayores prestaciones -y precio- al cual ya deberíamos ponerle el filtro para protegerlo. Para los objetivos de gama media y alta, siempre lo utilizo cuando estoy en ambientes exteriores. Y ya van algunos objetivos -no precisamente baratos- que están como nuevos gracias a que el filtro protector se lleva la peor parte.

Vivimos unos tiempos en los que todo se mira -literalmente- con lupa. Al igual que con el ruido a ISO alto, si vamos a buscar el defecto, lo encontraremos. Pero una foto no se mira con tanto detalle. Una foto es como un cuadro. Hay una manía tremenda de un sector de los aficionados y fotógrafos que se trastornan con la pureza de la nitidez y la definición de las fotografías, en lugar de preocuparse por componer correctamente, ser más creativos y, en definitiva, por hacer buenas y mejores fotografías. Una foto ultra-mega-nítida mal compuesta o mal ejecutada en técnica no sirve de nada. Preocupémonos de hacer mejores fotos y olvidemos la tan manida lupa de las narices.

Para saber qué marcas y modelos aconsejo, consulta nuestra guía para elegir un filtro protector/UV.

Objetivo Valencia Fotografía