Cómo limpiar el sensor de tu cámara

Cómo limpiar el sensor de tu cámara

Las cámaras digitales de objetivos intercambiables, ya sean réflex o sin espejo, adolecen de un problema al que nos tenemos que enfrentar en mayor o menor medida: el polvo en el sensor.

Cuando vamos a cambiar un objetivo, por norma general, el sensor queda más expuesto al aire y, por diversos motivos, el polvo que hay en el ambiente acaba en tu sensor y provocando un molesto moteado de puntitos oscuros en las fotos.

Ese moteado de puntitos aparecen más cuando más cerramos el diafragma y más homogénea es la zona dónde se presenta, siendo lo más habitual encontrarlo en el cielo. Si además en la edición de la fotografía la contrastamos, subimos la claridad o el borrar neblina, entre otros ajustes, se enfatizan y destacan más.

Depende de marcas y modelos de cámaras, hay sensores más propensos a atrapar el polvo que otros. Tengo cámaras que en meses no tengo que limpiarlas y hay otras que hay veces que cada día. También influye el entorno en el que estás, no es lo mismo estar en el campo en verano que dentro de un teatro, en que obviamente debería haber mucho menos polvo.

Prácticamente todas las cámaras cuentan con sistemas de limpieza del sensor pero en demasiadas ocasiones son insuficientes y hay que pasar a métodos más agresivos en los que has de intervenir.

Los puntos oscuros es el polvo sobre el sensor

Existen varios métodos para limpiar que por lo general se clasifican en secos y húmedos. Siempre se recomienda empezar por los menos agresivos y que menos riesgo entrañan.

El primer método que uso es obviamente el propio sistema de limpieza de la cámara que se puede accionar de forma manual en el menú, además de configurarse en automático cada vez que se apague o encienda la cámara. Suele constar de una vibración y/o un cambio de la electricidad estática del sensor, pero depende de cada modelo. Su efectividad no es buena para motas de polvo más resistentes.

El método que mas suelo utilizar es utilizar una pera de aire especial para sensores, que además de una gran potencia de flujo de aire debe de tener una válvula para impedir que la pera recoja polvo y lo expulse hacia el sensor. Tendría gracia que en lugar de limpiar ensuciara más. Por eso no vale cualquier pera de limpieza. La pera tiene la ventaja que no toca el sensor y si las motas de polvo no son muy resistentes consigue quitarlas. Es rápido, fácil, seguro y se puede realizar en prácticamente cualquier lugar.

Los consejos con la pera son colocar la cámara con el sensor hacia abajo para facilitar que caiga el polvo y acercar la punta a una distancia corta pero sin tocar con la punta el sensor, en cuyo caso podría dañarlo.

Las peras que recomiendo son la Giottos Rocket Air (la mejor sin duda a precio razonable), la Smardy (de diferentes tamaños) o la UES.

La pera también se debe de utilizar para limpiar la montura de los objetivos y sus tapas. Si limpiamos solo el sensor pero en la parte trasera del objetivo hay polvo, volveremos a introducir el polvo en la cámara. Éste es un tema en el que muchos no caen y que es una fuente de polvo en el sensor. Debemos por tanto limpiar también los objetivos, sobre todo la montura y lente trasera. En este caso también nos podemos ayudar también de un pincel de limpieza.

Sin duda una de las mejores elecciones es esta pera Giottos Rocket Air, con gran flujo de aire.

Cuando la pera no es suficiente, ya hay que pasar a métodos más agresivos, como los bastones de limpieza para sensores. Con ellos, siempre con ayuda de un liquido especial (no hacerlo nunca en seco), friegas literalmente el sensor. El bastón se impregna con 2 o 3 gotitas del liquido y se pasa de un borde a otro, una vez por un lado del pincel y luego repetimos la operación hacia el otro lado con la otra cara del pincel. Hay que cerciorarse bien de sobrepasar bien ambos bordes para no acumular el polvo en el borde del sensor. Hay que ejercer algo de presión sin pasarse, para arrancar todas las motitas de polvo adheridas al sensor. En Youtube hay muchos tutoriales donde lo explican.

Una vez realizada la operación hay que desechar el pincel. No lo reutilices, ya que podrías volver a dejar el polvo en el sensor o rallarlo.

Este método conlleva ya algo de riesgo ya que estamos manipulando directamente el sensor. Los bastones han de ser especiales y de calidad, al igual que el liquido limpiador. No hay que humedecer en exceso el bastón puesto que podríamos dejar marcas de agua sobre el sensor. Ni tampoco apretar demasiado.

La primera vez que lo limpias estás aterrado, pero con un poco de maña y sensatez te das cuenta que es más fácil de lo que parece.

No hay que obsesionarse con esta forma de limpieza y no «fregar» el sensor todas las semanas debido a que con el tiempo puede verse afectado el sensor por un exceso de limpieza.

A mi criterio de forma incorrecta, algunos aconsejan poner el diafragma en f22 y disparar una foto al cielo para comprobar si hay polvo en el sensor. Por el problema de la difracción óptica no se aconseja utilizar diafragmas más cerrados de f14 salvo en casos muy concretos, la prueba de ver el polvo en una foto al cielo debería realizarse en f14 o f16 máximo, que son las aperturas más cerradas realmente utilizables.

Hay una amplia y cambiante oferta de bastones de limpieza como los que puedes ver en esta selección de Amazon. Recuerda elegir según el tamaño de tu sensor (Full Frame, APS-C o Micro 4/3) y siempre con líquido.

Hay algún otro método para limpiar el sensor, como una especie de lápiz o sticks con una punta gelatinosa a la cual se adhiere el polvo y este a unas hojas especiales con cola en las cuales se limpia la punta gelatinosa. Poseo alguno de estos sticks y no me ofrecen mucha confianza, ya que es fácil que dejes alguna zona del sensor sin limpiar, especialmente los bordes. En foros y reseñas hay usuarios que reportan que dejan rastros en el sensor. Esto puede deberse a un mal estado de la punta gelatinosa (es fácil que se degrade con el tiempo y las temperaturas), a una mala manipulación o que ese modelo no es adecuado para ese sensor en concreto. Ejemplos de este sistema son Eyelead y Matin.

Por último, siempre tienes la opción de dejar en manos de un servicio técnico la limpieza del sensor.

Por mi experiencia y lo he que hablado con técnicos de diferentes servicios técnicos, lo mejor para mantener el sensor lo más limpio posible es tener los objetivos lo más limpios posible soplando con una pera y realizar el cambio del objetivo de una manera que minimice la entrada del polvo y en el menor tiempo posible.

Objetivo Valencia Fotografía